«Confesar los pecados mortales al menos una vez al año, en peligro de muerte y si se ha de comulgar». Si la Iglesia se conforma con eso, ¿por qué usted, señor cura, me insiste en que pase con frecuencia por el confesonario? No robo, no mato, no tengo pecados mortales… ¿por qué se empeña usted, que está tan ocupado, en que le haga trabajar más? Debería agradecerme el poco trabajo que le doy. ¿No ve que soy buen chico? Además, cada vez que voy a confesar me hago un lío, no sé por dónde empezar…
¡Éste es tu libro! Aquí explico, a personas como tú, por qué los curas nos empeñamos en que vengáis con frecuencia al confesonario. Y además, de regalo, te ofrezco un tutorial, una guía para confesar «como Dios manda».
Es un libro breve, sencillo y desenfadado. Su único objetivo es ayudar al pecador a aprovechar el sacramento de la Penitencia para algo más que cumplir con un mandamiento. Quienes, por desgracia, pecamos con frecuencia, encontraremos en la confesión frecuente la ayuda del Cielo que necesitamos para romper con el pecado y alcanzar la santidad. Porque de eso trata la vida: no de ser cumplidores, sino santos.
Tenéis la edición digital disponible, como siempre, en Amazon y en Apple Books, al precio de 3,49 €. Y la extraordinaria edición en papel de Cobel la tenéis al precio de 12,50 €.
José-Fernando Rey Ballesteros, pbro.